La ansiedad es una reacción normal del organismo destinada a protegernos de un peligro. Un trastorno de ansiedad, sin embargo, se presenta en situaciones donde el peligro esta ausente.

La probabilidad de que una persona sufra un trastorno de ansiedad depende de varios factores. El entorno ambiental, el estrés emocional y el aislamiento tienen un rol importante en el desarrollo de un trastorno de ansiedad.

Los síntomas físicos resultan notorios: palpitaciones, dificultad para respirar, ahogos y dolor en el pecho. Mientras que a nivel psicológico el síntoma más importante es la percepción constante de que algo malo puede suceder en más de un ámbito: trabajo, salud, en los vínculos, etc.

Algunos pequeños cambios en la vida cotidiana tienen un impacto muy positivo a la hora de combatir la ansiedad:

Deporte

Hacer ejercicio dos o tres veces a la semana por al menos 30 minutos es el mejor aliado para combatir la ansiedad. No importa qué tipo de deporte se practique: caminar, correr, ir al gimnasio, jugar fútbol suelen ser muy útiles para disminuir los síntomas de ansiedad. El organismo reacciona al deporte de manera similar a como actúa frente al estrés: aumenta el pulso, genera sudoración y la respiración se hace más agitada. De esta forma el cuerpo aprende a lidiar con estas reacciones físicas propias de la ansiedad.

Nutrición

Una dieta saludable con mucha ingesta de granos, frutas y verduras colabora en aliviar la ansiedad. El café en dosis elevadas sin embargo no esta recomendado para quienes se consideran ansiosos ya que aumenta el ritmo cardíaco.

Relajación

Además del ejercicio y una nutrición adecuada, las técnicas de relajación son muy importantes a la hora de reducir la ansiedad. Yoga y meditación, por ejemplo, son de gran utilidad. El objetivo de estas prácticas apunta a poder controlar la respiración. Una respiración profunda y lenta activa la llamada respuesta de relax, el cuerpo se relaja y disminuye la presencia de hormonas activadoras.

Una alimentación sana, la práctica deportiva y las técnicas de relajación reducen notoriamente los episodios de ansiedad, favoreciendo a la desaparición de los síntomas luego del primer mes de su puesta en práctica.

Fuente: Deustchewelle