El movimiento “Mayo amarillo” llega a su séptima edición en nuestro país siendo su objetivo generar consciencia en la sociedad sobre la necesidad de disminuir las muertes  y heridos a consecuencia de accidentes de tránsito.

Hoy desde Iclos queremos compartir contigo algunas ideas para construir entre todos un tránsito más seguro.

El ritmo de vida acelerado, el apuro por llegar al destino, el uso de celulares mientras se maneja, la presencia de conductores con estilo agresivo y la baja percepción de riesgo han demostrado tener un impacto directo en el aumento de accidentes en los últimos años.

Tras diversos estudios se ha llegado a la conclusión de que los factores que más influyen en los accidentes de tránsito suelen ser de tipo psicológico. El mayor número de accidentados suelen manifestar la presencia de algún factor emocional importante que resultó determinante al momento del accidente: distracción, exceso de confianza, ansiedad, actitud riesgosa, entre otros.

La actividad de la conducción se encuentra en estrecha relación con los componentes psicológicos que rigen el comportamiento humano. Son muchos los factores emocionales y situacionales que pueden intervenir en cada uno de los momentos de la conducción incrementando el riesgo de accidentes.

Si bien factores externos al conductor como el aumento de vehículos, el clima o el importante incremento de birodados influyen mucho en las condiciones de manejo, en este último tiempo se ha observado un incremento sostenido de otros factores que podrían estar asociados directamente con el incremento de siniestros:

  • Un mayor nivel de agresividad y comportamiento competitivo.
  • Impaciencia, aumento a la predisposición a realizar una conducción temeraria, mayor predisposición a tomar decisiones arriesgadas.
  • Una mayor tendencia a no respetar las señales y las normas de circulación.

En este sentido diversas entidades internacionales han definido los estilos de conducción que poseen mayor influencia en el aumento de los accidentes:

  • Conducción irresponsable: niños sin mecanismos de sujeción o en asientos delanteros, ausencia de uso de cinturón de seguridad y uso de alcohol u otras drogas, y manejo bajo importante cansancio físico.
  • Agresividad en la conducción: la agresividad en la conducción es uno de los factores por los cuales se producen más accidentes de tránsito. Un indicador muy común son los toques excesivos de bocina, gestos y comentarios exagerados, aumentar la velocidad durante la luz amarilla y la conducción intimidante.  Estas manifestaciones agresivas las muestran todo tipo de conductores y no sólo aquellos con especiales rasgos agresivos.
  • Conducción descortés: No indicar debidamente los giros, detenciones, adelantamientos imprudentes y abuso en el uso de ruta ante la presencia de peatones o vehículos livianos.
  • Conducción autosuficiente: No respetar las preferencias y zonas especiales: escuelas, hospitales e institutos que nuclean a muchas personas.

Además de los estilos peligrosos de conducción la baja percepción de riesgos ha demostrado ser un importante factor especialmente importante en conductores jóvenes. En este sentido gran parte de los conductores, acompañantes y peatones han demostrado no percibir la real dimensión de las consecuencias de los accidentes de tránsito. Ser conscientes de los riesgos detrás de la conducción favorece a estar alerta ante un imprevisto que le puede obligar a tomar una decisión: reducir la velocidad, frenar, cambiar de dirección. Percibir adecuadamente el riesgo es una habilidad importante para todo tipo de conductores: noveles, experimentados, profesionales y ocasionales, pero también para todos los usuarios de las vías, incluidos los más vulnerables: peatones, niños y mayores, ciclistas y motociclistas.

Es así que hoy te proponemos una serie de medidas que pueden favorecer una conducción segura:

En primer lugar, te proponemos recordar antes de subir a tu vehículo, que un estado de calma y concentración favorecen a una conducción segura y colaboran en percibir el acto de conducir como un acto placentero.

Trabaja en que las medidas de seguridad que salvan vidas no sean vividas como una pérdida de tiempo: concientiza a los más chicos sobre la importancia del uso del cinturón de seguridad, mecanismos de sujeción para menores y uso del casco.

Trabaja en que las condiciones externas del tránsito y los estilos agresivos de conducción no tengan un efecto negativo en tu estado emocional, tu velocidad y tus maniobras. Si te cruzas con algún conductor agresivo no repliques su estilo.

Recordá que muchos accidentes se producen muy cerca de tu destino, incrementa tu concentración próximo a llegar.

Tené presente no apurarte en luces amarillas, y si te enfrentas a un embotellamiento trabaja en tu respiración o escucha música (a volumen bajo o moderado).

Trabaja en concientizar a tus acompañantes adultos sobre la importancia de estos factores para que puedan colaborar contigo.

Se persistente en no utilizar tu celular mientras manejas, este factor ha demostrado tener un impacto directo en siniestros de mediana gravedad.

¡Y sobre todo recordá que al final del día te esperan en casa!