Desde 2007 cada 2 de abril se celebra el Día mundial de concienciación sobre el autismo por iniciativa de la ONU.  En las últimas décadas la frecuencia de personas diagnosticadas con TEA (Trastorno del espectro autista) ha ido en aumento, y con ello el desafío de cada sociedad respecto a la igualdad de derechos, la aceptación y la inclusión de las personas con TEA y sus familias.

La evidencia científica ha demostrado que su detección temprana es fundamental para optimizar el tratamiento y aumentar las herramientas para el desempeño social durante la infancia, la adolescencia y la vida adulta. Así también se ha demostrado que los abordajes tempranos (entre 2 y 5 años) generan resultados muy favorables en la adquisición de herramientas para la interacción con otras personas.

 

El rol fundamental de la comunicación y la interacción social

El abordaje de los niños con TEA es integral y multidisciplinario, con énfasis en tratamientos que faciliten el uso del lenguaje (la comunicación es generalmente el área más afectada).  Por ello el trabajo psicopedagógico, psicomotriz y psicológico tendrá el importante desafío de brindar herramientas para favorecer un intercambio social sostenible. Las dificultades para poder sostener una interacción recíproca muchas veces se confunden con una aparente ausencia de interés en otras personas, pero debemos saber que es a través de la interacción con otras personas que los niños con TEA logran una inclusión social saludable.

 

El juego como mediador en la interacción

Es a través del juego compartido que los niños comienzan a desarrollar las herramientas para la interacción social: aprender a compartir, esperas y turnos, empatía, expresión verbal de los sentimientos y autocontrol entre otros. Estas habilidades que se van desarrollando de forma natural en los niños son las que se encuentran más afectadas en las personas con TEA.

Por este motivo en la intervención temprana se pone el foco en el desarrollo del juego y la interacción.

En este contexto existen una serie de estrategias que pueden facilitarnos el acercamiento a un niño o adulto con TEA que hoy queremos compartir contigo:

 

Captar su juego o tema de interés

Es importante captar cuál es su tema de interés al jugar o interactuar. No importa que su interés sea algo peculiar o poco funcional, de a poco, con preguntas sencillas o permaneciendo en el espacio de juego comenzará la interacción.

Busca el contacto visual

Uno de los objetivos a estimular en un niño con TEA es la motivación al contacto social, haciendo de cada interacción un espacio seguro y motivante. En este contexto el contacto visual es un aspecto central. Cuidando de no ser invasivos con el espacio ajeno estaremos atentos a los breves momentos de contacto visual, al cual recomendamos devolver una sonrisa.

Sostener los silencios

Muchas de estas interacciones son, en un principio, en silencio, mediante algún objeto o juguete. Un gran número de los niños y adultos con TEA presentan una hipersensibilidad a los sonidos, muchos de los sonidos que acompañan el ambiente pueden ser muy incómodas para las personas con esta condición, en este contexto las interacciones deben permitir los silencios (a veces largos) durante el juego o la interacción. Por lo general las interacciones más saludables se realizan tolerando los silencios y con alocuciones de volumen intermedio.

Ser pacientes ante la aparición de alguna conducta atípica

Muchas de las personas con esta condición presentan conductas repetitivas denominadas estereotipias, como movimientos repetitivos de manos y pies, aleteos o gestos no convencionales. Mientras no presenten un peligro para el niño y su entorno debemos poder sostener su presencia sin alarmarnos, generalmente son de corta duración y no significan la presencia de incomodidad o desagrado.

Nuestro deber como sociedad implica el aprendizaje de estrategias de inclusión de personas con distintas condiciones, lejos de la estigmatización y cerca de la aceptación.

Las familias de personas con TEA enfrentan importantes desafíos y requieren servicios de salud, educación, seguridad social y cuidado a lo largo de la vida. Poder incorporar distintas herramientas para su inclusión implica estar abiertos al contacto y brindar el soporte que sea posible para cada uno.  La apertura de cada uno de nosotros permite reivindicar su dignidad y autoestima y facilita su integración saludable como miembros valiosos de su sociedad.