Gran parte de nuestra vida adulta transcurre en nuestro lugar de trabajo. La condición natural es que existan diferentes puntos de vista, múltiples reacciones y diversidad de emociones. En este sentido resulta saludable contar con algunos acuerdos básicos que son de gran ayuda a la hora de generar confianza y la armonía entre las personas.
El respeto, ser conscientes de cómo nos comunicamos y pensar en el impacto de nuestras acciones son aspectos muy importantes para la construcción de un entorno laboral saludable.
En este sentido queremos compartir contigo los acuerdos básicos para una convivencia saludable en nuestro lugar de trabajo. Seguramente ya los conozcas, no obstante, siempre resulta saludable ponerlos en palabras y volver a valorarlos.
- No revises el celular mientras hablas con alguien
Si algún compañero se dirige a ti en medio de una reunión, míralo a los ojos, esta es una señal de que estás atento a escucharlo. Dirigir la mirada al celular generara pequeñas interrupciones durante una comunicación. Si estás en medio de un intercambio importante con tu dispositivo móvil mientras habla
s con alguien personalmente hace referencia al asunto y pedile permiso para dirigir tu mirada al celular. En cuanto puedas mostrate disponible y abierto para el intercambio cara a cara.
- Regula el volumen de tu voz
Utiliza un volumen neutro. Ni tan bajo que tengan que pedirte que repitas lo que acabas de decir, ni tan fuerte para generar comunicaciones armoniosas.
- Deja que el otro exprese sus ideas y se cuidadoso con las interrupciones
Si consideras necesario agregar algo con respecto a la idea de tu interlocutor, puedes hacerlo con sumo cuidado y pidiendo permiso para realizar tu acotación. También podés optar por esperar a que finalice, y esperar el espacio adecuado para agregar tu idea. Si bien parece algo sencillo requiere un esfuerzo poder llevarlo a la práctica.
- Respeto a la privacidad
Estar atentos a conversaciones ajenas, comentar o difundir aspectos íntimos o familiares de un compañero pueden llevarnos a conclusiones injustas, por eso es primordial ser conscientes de que los aspectos privados del otro no requieren ser comentados o difundidos.
- Utiliza las palabras mágicas
Recordá que siempre es bueno iniciar con un saludo y una breve introducción para iniciar un contacto, sea presencial, virtual o vía mail. No olvides agradecer, reconocer el aporte ajeno y despedirte. Si te equivocaste reconocer tu error y tratar de enmendarlo será el camino correcto para tu crecimiento personal y algo muy bien valorado por tu equipo.
- Llama a cada persona por su nombre
Algo tan sencillo como llamar al alguien por su nombre genera una predisposición positiva para el intercambio. Evitá los apodos que refieran a características físicas o personales de los demás, en su presencia y también en su ausencia.
- Se consciente de tus emociones
Utiliza tu inteligencia emocional. Si sientes que alguna situación te excede siempre es bueno poder comunicarlo y buscar otra instancia para resolverlo.
- La puntualidad, cumplir con lo acordado y cuidar de los espacios comunes
Recuerda que el tiempo de las demás personas es muy valioso. Si no podés cumplir con los tiempos acordados avisa con antelación, esto será muy bien valorado por la otra parte. Hacer el esfuerzo por llegar a tiempo, colaborar con el orden, cuidado y preservación de los espacios comunes nos sitúa en una misma construcción armoniosa de los espacios de convivencia.
Construir una relación armónica con nuestros compañeros y promover entornos de trabajo saludables es tarea de todos. No olvides que el crecimiento personal siempre se realiza junto a otros.